Acompañamiento emocional para mejorar el rendimiento deportivo
El deporte puede tener, de echo tiene, mucha influencia en el desarrollo físico-emocional de la persona y más aún en edades tempranas, en el que se denomina deporte base. Puede reforzarte y ayudarte a mejorar, por ejemplo, frente a la falta de autoestima, problemas curriculares, de relaciones sociales, etc. Pero desgraciadamente también puede producir el efecto contrario, es decir, que la práctica del deporte te marque de manera negativa por malas experiencias.
He sido deportista y competidora durante muchos años. También soy madre de hijos deportistas y mujer de deportista de élite. El deporte siempre ha estado y está muy presente en mi vida.
Mi trayectoria laboral ha requerido de formación en psicología y desarrollo, así como metodologías de aprendizaje. Si uno estas dos cuestiones, el deporte y la formación de la persona, como resultado obtengo la firme convicción de la importancia de entrenadores competentes tanto en el plano deportivo como en el acompañamiento emocional.
Normalmente los entrenadores de estas etapas han sido o son jugadores de ese deporte, lo controlan a la perfección, pero no suelen, seguramente por desconocimiento, atender las necesidades individualidades que lleva cada niño/a debajo de la camiseta de jugador. Si estas necesidades no son atendidas correctamente, no podremos desarrollar todo el potencial deportivo de ese jugador y por lo tanto no obtendremos el rendimiento deportivo deseado. Por no mencionar también, el lastre que pueden suponer las experiencias deportivas negativas en el desarrollo emocional del jugador.
No se suele ser consciente del “poder” que tiene ese entrenador como modelo y persona de referencia para los niños/as. De cómo influye el qué se dice y cómo se transmite la información. De cómo se corrige, se felicita, se anima y se motiva. Hay que saber ganar, saber perder y saber quién es cada uno, lo que aporta, lo que puede dar y lo que no. No todos somos iguales, pero somos equipo. Solo así se obtendrán buenos resultados.
Transmitir todo esto es resultado de una formación en psicología y metodología que va mucho más lejos del deporte. Por eso, desde mi formación lo que pretendo es trabajar con los entrenadores, que son quienes acompañaran a ese niño/a a llegar a la meta, pero no solo en el deporte sino en su crecimiento personal, ya que el deporte es una rama más en la educación de los niños y niñas, y la competición, un recurso más, dentro de la propia educación.
No hay transformación sin formación y ganar implica perder, pero hay que saber acompañar los errores que nos llevan a la derrota. Hay que conocer la importancia del lenguaje no verbal, del poder de la palabra y que no vale cualquier palabra. Para todo ello hay que conocer qué es lo que se necesita para que los errores sean estupendas oportunidades de aprendizaje y no sean vividos como fracasos personales. Hay que saber exigir sin reprimir y hay que saber cómo bromear manteniendo los limites forjando buenos vínculos entre entrenadores y jugadores.
Si algo de lo que has leído te ha resonado como deportista, como entrenador o como coordinador deportivo es porque quizá puedo ayudaros a mejorar los resultados deportivos formando a aquellos que están en contacto directo con los deportistas.